martes, 31 de agosto de 2010

Un primer cierre


He de cerrar mi primer mes con poca formalidad. (Bueno, no son 30 publicaciones ni nada de eso, pero, ha sido un mes trabajado)
Los designios divinos son verdaderamente sorprendentes e inesperados; hoy, con galante inocencia acudí al socorro de una dama en peligro, y, creo que logré sacar a flote el buen accionar de un caballero anacrónico. Su nombre lo olvidé aunque sus gestos quedaron tatuados en mi memoria.
No negaré que tan noble cruzada fue posible gracias a un buen compañero en armas. –El insigne Sir Wayne- que sin dudarlo me invitó a ser parte de tan grandiosa empresa.



Gracias por acompañarme y apoyarme en esta iniciativa.

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