sábado, 26 de marzo de 2011

Torina

Torina abrió sus ojos con el alba, al correr las pesadas cortinas que la resguardaban del frío de la incipiente primavera el sol lleno de luz sus resplandecientes alas de oro y al abrir las ventanas de par en par, salió volando sobre la planicie de cultivos. Observaba los colores del prado desde su majestuosa vista de ave y acariciaba el viento con sus suaves manos y pies, recibía cada sensación como una bendición que le había sido otorgada por ser tan benevolente con todos a quienes ella acudían en busca de auxilio.

Torina despertó envuelta en sabanas de hospital con el sonar del ajetreo medico habitual, sus días de benevolencia terminaban a causa del frío metal que le propició la última persona a quien abnegada, intentó ayudar.

1 comentario:

  1. Torina es un sueño, una canción, Torina es siempre una bendición.

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