miércoles, 30 de marzo de 2011

A veces, en Mayo.

A veces en Mayo, Martha sale con la esperanza de encontrarse con algún demonio cruzando la esquina, uno con el cual poder hacer gala de sus impresionantes hechizos, uno con el cual pueda demostrarle a todos lo asombrosos que son sus poderes y todo el bien que le hace a la sociedad al librarla de estos sujetos para que así la alaben, cual todo poderosa hechicera que es.

A veces en Mayo, Martha sale con la esperanza de encontrar el mar a diez metros de la puerta de atrás de su casa, poder sentir el calor de la arena entre los dedos de sus pies y la brisa envolvente entre su pelo, disfrutar del suave sonido de las olas, y encontrar la forma de usar la escafandra de su abuelo para deleitarse con el más diverso colorido en el carnaval de peces al cual es invitada.

A veces en Mayo, a la pequeña Martha le piden fervorosamente que deje de arruinar el papel celofán de su madre y salga de casa a buscar oficio. La pequeña Martha ya no es tan pequeña, y entre desvaríos solitarios, trata de encontrar la esperanza dentro de sí, de algún día ser capaz de enfrentar el día a día.

1 comentario:

  1. No debemos luchar contra lo Bello, la pequeña Martha ¡debe salir a jugar!

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