lunes, 18 de octubre de 2010

Amie

El viento cálido que anuncia que la noche está cerca, penetro la sala de estar, las cortinas bailaban a la vista de Guido, el mayor de los gatos de la casa. Esa noche no iba a ser otra noche de mirar a las estrellas, para Guido y para ella, a cazar con la mirada naves espaciales y estrellas fugaces, que constantemente confundían, esa noche el soldado regresa a casa y ella lo espera en el muro donde solían sentarse a confundir naves espaciales con estrellas fugaces, lo espera como lo espera cada noche que sabe que va a regresar.

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