En los tiempos antiguos, un caballero se va a las cruzadas y se despide de sus familiares, amigos, etc... diciéndoles:
- Como vuestras mercedes saben, me voy a luchar a Tierra Santa para mayor gloria de la cristiandad, y es muy posible que no vuelva. Ésta es la llave del cinturón de castidad de mi esposa; si pasaren 10 años sin que supiereis nada de mí, tened la merced de darsela.
El caballero sale del castillo en su blanco corcel y apenas ha cruzado la puerta del castillo, un sirviente sale corriendo y le grita:
- ¡Don Álvaro!, noble señor, gracias a Dios que le he alcanzado!, ¡nos ha dado la llave equivocada!
jajajajaja, me he reído mucho, glorioso aporte señor Diego.
ResponderEliminarEs hilarante :D
ResponderEliminarBastante, gracias.
ResponderEliminarBravo Diego (Y) jajaja
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