martes, 30 de noviembre de 2010

Across the Universe

Al pasar la puerta, la luz de un nuevo día anunciaba gloriosa que él vivía, terció su guitarra y empezó a andar, con cada paso una sonrisa, con cada diez un respirar…  …Mientras caminaba su espalda se inclinó hacia atrás y ese mágico aire anacrónico le envolvió, llenando aún más de vida su rostro, sus patillas empezaron a crecer mientras ondeante el cabello con magnánima elegancia danzaba.

En sus bolsillos no habían más cigarros –total no importaba-, sin reparar en ello continuó avanzando, yendo contra el viento, contra esa corriente primaveral, que, por alguna extraña razón, le devolvía en el tiempo, hacia sus raíces, hasta su esencia. Sobre su piel, mas que ligeras prendas reposaba la confianza.

Mientras se acercaba a esa quimérica brisa, inconscientemente dejaba atrás sus preocupaciones diarias, la amargura impuesta, el existencialismo innecesario. Cuando sus pies se movían a su ritmo natural, al compás de su propio ser, él se acercaba a la libertad.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Se es, tal cual se habla.

Perder a un hijo desanima a cualquier ser, más cuando es su único hijo, desde esa tarde gris en la que vio como cruelmente le azotaban y asesinaban, Dios no pisaba la tierra. Decidió vagar libremente por el espacio, tal vez dar uno o dos paseos, comprarse unos cigarros, retomar viejos proyectos, empezar algunos para entretenerse.

Al regresar vio con asombro que los Judios por fin habían alcanzado la tierra prometida, bueno, no se parecían mucho a aquellos hombres nómadas de piel bronceada por el sol del desierto, pero sin duda, el lograr cruzar el océano y llegar a ésta tierra venidera era un acto concebido sólo por los más píos. Alegre –y con amnesia de perdidas- empezó a recorrer las montañas, los ríos, se entretuvo recostado sobre las nubes,  explorando tal cual caverna, reconociendo su creación.

Tan grata visita fue sesgada, mientras recorría invisible las ciudades, escuchó cuanto se habían malformado sus leyes, de “No Robarás” pasó a “Déjelo Sano”, de “Honrarás a Padre y Madre” a “Todo Bien Cucho” de “No Desearás a la Mujer del Prójimo”, a ” Sano Parce, Deje el Visaje, Yo No Me Pienso Meter Con Sus Hembros” Esa fue la gota que rebosó el vaso.

Dios, triste y decepcionado, descubrió que los macro-proyectos deben ser supervisados sin interrupción, agotado por las decepciones y la edad, emprendió una nueva empresa, que incluía la adecuación de aquella tierra prometida, pero, sin la necesidad de viajar –creo que escogió una isla- un pueblo designado por él –a lo mejor pequeño, de ésta forma evitaría problemas- con un lenguaje sencillo para así no caer en la  tergiversación.

¡Bien! –Exclamó él- Los Rocotas serán, total, no se tienen que desplazar y con doce letras por alfabeto, ¡no mal formarán mis designios!

miércoles, 24 de noviembre de 2010

He empezado a creer en ti.

Antes que tu boca profesara llanto alguno, incluso previo a aquellas palabras de confesión, tu hipócrita sonrisa te traicionó; tan adiestrados remilgos no eran más que excusas fútiles para compartir una paz, bueno, para acallar un dolor. He empezado a creer en ti, distante ángel, gracias a aquellas mentiras que encierran humanidad, porque tu silencio es templo y tu compañía libertad.

Tu historia es amante de la experiencia  y acólita del crecer, he empezado a creer en ti, en tu mensaje, en tu dios, porque él es tan humano como la cotidianidad y tan mágico como el sentir; he comenzado a asumir que eres real, aún cuando tu silencio engaña a los poco sabios, aún en las ficciones que brindan paz…

He empezado a creer en ti, porque no sabes mentir.

martes, 23 de noviembre de 2010

2.8

Pocas personas pueden entender los motores que llevan al hombre a estancias tan misteriosas. Corría el invierno –de esos crudos e incomunicados inviernos- cuando la noticia de la desaparición de un grupo de novicias perturbó la tranquilidad de Whistler, un pequeño pueblo; lo que se suponía empezó como un paseo sin guía, de repente,  despertaba angustia y fraternidad entre los habitantes.

A pesar del temporal tan adverso, aquellos lugareños se adentraban a los agrestes pinares para buscar rastro de la caravana, mas los esfuerzos nunca rendían fruto, llegada la primavera, en la época en que la naturaleza sangra vida, un pescador logró avistar el bus en el cual las novicias se desplazaban; éste, sumergido en lo más profundo del lago. Una comisión de policías llegó al lugar para extraer el vehículo de su prisión.

Qué triste noticia el descubrir que el bus estaba completamente vacío, salvo por el conductor que aún permanecía aferrado al timón. Un forense determinó que las causas de la muerte fue un golpe a la altura de la nuca el cual desplazó las vertebras de manera tal, su muerte se dio ipso-facto. Cada vez más el misterio empezaba a surgir, el Teniente Leonard fue enviado para investigar tan particular suceso.

El bus partió de Whister rumbo hacia el Norte, por ese camino sólo a dos lugares se puede llegar, al lago por la derecha y hacia la zona las montañas donde existían cabañas de retiros y era pues el lugar de destino de las hermanas –dedujo el Teniente Leonard- sin embargo –añadía hacia sus adentros- el bus apareció sumergido lejos del camino de llegada, probablemente rodando colina abajo.

Tras hablar con los habitantes y leñadores empezó a ver la posible ruta por la cual el bus descendió, mientras tanto, los policías entrevistaban a los dueños de los hostales  y pensiones para así recopilar datos. Lamentablemente nadie daba razón de las víctimas. Ante un clima tan adverso la mayoría de las personas se resguardan frente a una chimenea –deducía el teniente Leonard- ¡Chimenea! –Exclamó con júbilo-  empezó a averiguar con los leñadores los lugares sobre la colina en los cuales existiera un humo constante y, que no perteneciera a los hostales.

Tras una curva escarpada se levantaba una antigua cabaña de piedra, al llegar a ésta se lograba dibujar casi en línea recta el posible camino por el cual rodó el bus hasta el lago, acompañado por un grupo de policías el teniente entró.

La cabaña era cálida, con paredes tapiadas en madera de pino y una increíble cantidad de flores dibujadas en ellas, sin más e interrumpiendo la armonía del lugar, un anacrónico señor vestido con frac abre de golpe la puerta que llevaba a el jardín posterior mientras disparaba una escopeta, el policía más cercano cayó en el acto y con él, el mayordomo quien sucumbía ante una bala que anidaba en su entrecejo.

En el jardín se encontraba una anciana vigorosa, sentada en un taburete y pintando algunas Gerberas. Catherine Beernalth –afamada artista- fue arrestada luego de inspeccionar su hogar, en el sótano, aún con vida se encontraban dos pares de novicias, las cuales habían sido alimentadas con la carne de sus compañeras, entre sus apuntes resaltaban profundas cartas llenas de odio hacia las mujeres de pio vivir y una extraña receta la cual indicaba la proporción exacta para alcanzar un magenta gerberal,  “2.8”  dos partes de sangre por cada ocho de rojo.

El Teniente Leonard con desasosiego se enteró que en toda la jurisprudencia del condado no se encontraba la manera justa de tratar a una artista por tradición, misógina por convicción, asesina en formación, encerrada en un decrépito y malhumorado cuerpo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Patrick Burnfire

Mi historia me preguntas buen Donner. …Hace tiempo no me detengo a fumar una buena pipa y recordar de donde vengo. Soy Patrick Geganius Praeconinus Burnfire, Hijo de Geganius Burnfire y Lida; de pequeño fui adoctrinado en la Santa Fe Católica en los pueblos cercanos al Imperio, mi padre fue un noble mercader y mi madre… pues ella fue una adorable madre, lo es aún supongo, tengo tres hermanos menores de los cuales no se mucho.

Me apodaron Praeconinus debido a la simpleza de mi razón, o al menos eso es lo que mi Lida solía decirme “un heraldo de Dios que ha llegado a cambiar nuestras vidas…” Cuando mi edad no superaba los 9 años fui apadrinado por un tío, su nombre es Augustus Maximus, quien debido a su posición en el Clero tenia ciertos contactos en la Gran Escuela Imperial de Magia y luego de ciertos trámites legales logré ingresar; me distinguí en gran medida dentro escuela de Transmutación y algo de Evocación, pero en sí, la magia es un dulce ente que con sus múltiples formas sacia la sed de conocimiento

Algunos años pasaron dentro de la escuela y con gran agrado logré graduarme, sin embargo, de regreso a casa en unas cortas vacaciones me enteré que mi padre Geganius y mi tío Augustus habían partido sin dar explicaciones aparentes. …Mi padre aún no aparece, mamá se fue lejos del imperio a una nación libre para proteger a mis otros hermanos mientras que yo averiguaba quien fue el canalla que asesino a mi tío. 

Tantas horas deambulando por las oscuras calles del Imperio me llevaron a un viejo hostal, Poisontounge decía en la puerta de entrada, tras unas horas de charla y mucho dinero fuera de mi bolsillo me enteré que miembros mismos del Maldito Imperio le habían mandado a liquidar… ¿Sí no puedes confiar en quienes te educaron, acaso existe un sólo ser con quien contar? Tanto llanto y odio me dio a entender que no.

Juré rencor mortal al Imperio y abandoné mi preparación diaria en cuanto a magia y demás, encerré todo en un arcón anhelando con espada en mano arrebatarle al asesino la sangre y lagrimas hurtadas a mi familia. Me enlisté en un verano como mercenario de un reino vecino, duré horas entrenándome físicamente para adquirir la fuerza, técnica y salud que los años de estudio me habían arrebatado.

Día tras día en mi dedicación pura, meditaba sobre las razones por las cuales los hombres traicionan, sin lograr hallar respuesta más obvia que por la corrupción de sus almas y la tiranía de un poder prometido, ¡pusilánimes criaturas! se creen forjadoras del poder cuando este no es más que un ser invisible y espiritualmente fútil… Luego cayó la guerra y un escape forzoso, la historia de allí en adelante querido amigo, esa ya tú la conoces.

Ti, mí.

He raptado una noche, una noche entera para ti. Sí, para ti. Largos caminos mis pies han recorrido, por densos y oscuros pasajes tuve que aventurarme, naciones enteras he abandonado, ¡por ti! 

…He de confesar que ha sido por mí, tu rostro ha sido mi mayor motivo, bueno, al menos el más visual, pero al caminar entendí la esencia misma de mis pasos, libertad es aquello que tu nombre me invita a conocer, crecer es el acto que el camino me ofrece, hogar la magia  que tus brazos otorgan.

Hoy he raptado una noche para ti, mañana lo haré por mí.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Aprendizaje.


Bajo sus pies se extendía un inmenso manto aterciopelado, cientos y cientos de tejas –interrumpidas por algunos abismos-  se fundía con aquel cielo de papel maché. Sobre los cables que conectaban las estrellas flamencos verdes le observaban, cautelosos, sigilosos, desconfiados…

Otros tantos –de color fucsia- tomaban el Té sobre mesas escondidas entre sillas de cartón y petróleo mientras murmuraban planes de conspiración, a su derecha un sin número de cartas danzaban con rituales ocultos, cada nota encendía una lámpara de color diferente; roja, cian, marrón, naranja, púrpura…  …Al mirar hacia atrás y vislumbrar entre las cataratas de gelatina el rostro, mitad perro mitad hormiga, de su mejor amigo, entendió post-facto que los alimentos sin etiqueta no deben ser consumidos.

La insoportable discontinuidad del sueño

Se asomo a la ventana, el humo de cigarrillo creaba pájaros en el aire, verlos flotar, placidos y viajeros le incitaron a despegar por el marco de la ventana. El sonido del chirriar de las llantas le devolvió la percepción de profundidad. Regresó a la alfombra polvorienta que aunque fuera la razón por la cual estornudaba prolongadamente, ni la sacaba del lugar, ni le sacaba el polvo. Le gustaba estornudar, era pues, desde hacia mucho tiempo, el único evento en el cual sentía que poco podía controlar su cuerpo.
Los libros amontonados en la esquina, donde solía ir una estantería hecha a mano, en ese mismo lugar, era un recuerdo de lo que hacia un tiempo había salido de allí, para no regresar. Su mente solo podía repasar los títulos acumulados, desolados por el abandono, le hacían saber sus lamentos. No quería convencerse de que fueran los suyos, eran los lamentos de cientos y cientos de personajes desolados por la ausencia.
Decidió salir de aquel lugar, se había cansado de que las paredes se encogieran sobre ella. Sus ojos se posaron sobre la carretilla sobre la cual reposaban las flores que su vecino le llevaba diariamente a su mujer, diariamente desde hacia mas de cuarenta años. Suspiró, no habían sido ni cuarenta meses cuando volvía a ser ella, y solo ella compartiendo con ella el espacio interminable de una cama para dos.
Teclados a media noche la despertaron, el espacio interminable de la cama para dos se veía ahora como un lugar hacinado por la intrusión de aquel sujeto, que si bien no era extraño, ella deseaba que lo fuera.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Carácter.

El sol derretía el panorama, sobre la carretera simplemente un vaho borroso se levantaba, permitiendo así que en  esa lontananza la realidad y ficción se mezclaran; podía escuchar la voz Rodion cuestionando cada acto, las palabras de aliento entregadas durante su vida, los más excelsos movimientos de Paganini, la voz de su madre narrando historias fantásticas y el ritmo de Al Di Meola bajo sus pies… …También escuchaba al Diablo susurrándole al oído.

Carácter, carácter –se repetía constantemente-  ¡Caminar genera carácter!

Revivió las clases de piano, los cursos de aritmética, sus tardes de cocina, las jornadas de pintura, sus compañeros de danza, su grupo de lectura…  Cine, escritura, combate, jardinería; Pasado, presente y futuro, todos amalgamados frente a sus ojos cual masa viva que jadeante convulsiona esperando el inevitable encuentro, un encuentro con sus propias raíces.

Caminó y caminó mas su encuentro se alejaba, cada paso despertaba las más surrealistas imágenes mezclando en su boca todos los sabores que un hombre puede conocer, el sudor de su frente apaciguaba las voces que en su interior cuestionaban su cordura, criticaban su historia, ponían en duda su carácter.

Carácter, carácter –se repetía constantemente-  ¡Caminar genera carácter!

Sus primeros amores –aquellas tempranas decepciones- llegaron a él como sirenas en inmensos mares, las críticas, los miedos, las traiciones y derrotas; se aferraban a su ropa en un último intento por subsistir. Por fin sus pasos alcanzaron aquella amorfa incertidumbre.

Limpiando el sudor de sus ojos contempló aquel inmenso atardecer, arreboles perennes que en su mente sólo una idea despertaban. ¡Hogar! Hincando las rodillas recordó a sus padres, su hermana, su familia. Elevándose suspiró cortésmente, se viró y regresó a su casa.

Carácter, carácter –se repetía constantemente-  ¡Caminar genera carácter!

domingo, 14 de noviembre de 2010

Centinela

Los padres habían salido de casa, dejaron al mayor de sus hijos al cuidado de la menor, pero este muchacho inquieto se quedo dormido bajo las alas del libro semanal. Su hermana, aprovechando que no tenia centinela, se escabulló a la cocina, corrió el banquito hasta alcanzar la heladera, y se apoderó de lo que quedaba del helado que sus padres les habían preparado un par de días atrás. Sabía que su hermano se molestaría por esto, fue un regalo para ambos, pero no podía evitar el llamado de la delicia que reposaba latente entre tanto hielo.
Pasó por el cuarto de su hermano, quien descansaba plácidamente abrigado por Dostoievsky, sintió remordimiento, hasta que recordó que su tesoro más preciado aún se encontraba entre los vivos. Sobre una mesita en el comedor se encontraba una calabaza naranja llena de caramelos, había sido su botín del día de brujas que hacia unos días había tenido lugar.
Los llevo a la habitación de su hermano, y los dejo a su lado, como una ofrenda en son de perdón. Le beso la frente y se sentó frente a la ventana a contemplar los pajaritos bailar bajo el sol, con el tarro de helado entre sus piernas, y las galletas de Jengibre que su padre dejó para acompañar al helado a su lado, pasó la tarde recreando las más sublimes historias de invierno, de día de brujas y de pueblo medieval, libre de remordimientos.

Perdón

Una tras otras las luces amarillas pasaban fugaces, aquellas inmensas farolas se deslizaban por la capota del carro hasta perderse en la lejana carretera, el aire frío de la noche se hacía denso e irrespirable, con un poco de rudeza deshizo el nudo de su corbata dejándola caer lánguidamente, detuvo su automóvil en la orilla y con Brandy ahogó los sollozos próximos.

Lejos quedaron las cálidas tardes de Agosto; rodar y reír colina abajo mientras el pasto era la sábana de un amor de fuerza venidera, era esa la antología de sus más grandes alegrías –nuevamente un trago de alcohol-

Su mano áspera lo abstraía de tan lejanos pensamientos, ¡No volverá! ¡Nunca volverá! ¡No regresará su gentil tacto! –un nuevo trago de Brandy-

En Diciembre, frente a la chimenea, su gentil tacto le sorprendió por la espalda recorriendo su torso, al girar vio la inmensa bufanda que tejió por meses, la misma bufanda que en invierno les arropó tras los apasionados encuentros, tras las odas de tacto, tras los versos de piel. ¡No volverá! ¡No regresará! No me perdonará…

La botella de Brandy no logró consolar sus penas, como una aparición, frente a él, se acercaba flotando entre las luces de la carretera un ángel, un ángel que vestía una ondeante bufanda, al llegar a la ventana tocó dos veces, él abrió la puerta, arrojando la botella sintió como el perdón sanaba sus heridas.

Smile like you mean it.

Había regresado del extranjero al lugar que la vio crecer, las calles eran las mismas, hasta las mismas rojizas hojas cubrían los andenes. Caminó sin rumbo fijo, como dejando que sus pies se entretuvieran, hasta que se encontró de frente con aquel lugar.
Parada, en frente a la gran puerta de madera recorrió en la mente los interminables pasillos de su infancia, cuyas paredes rayadas de sueños acababan con la simetría del lugar, subió por las escaleras de su pubertad pasando por llantos que no quería explicar, abriendo la puerta de la adolescencia, corroída por las malas decisiones, pero que lleva a otro bonito pasillo, el cual intentaron derrumbar cientos de veces, pero que permaneció firme, haciéndose pulcro y organizado con el tiempo.
Al final, una puerta entre abierta, de ella se emanaba luz, acompañada por un calor reconfortante, las cortinas flotaban sobre las ventanas de la paz, en la cama la esperaba él, desnudo sobre las sabanas, y un pie se escapaba, como invitándola a descansar. Su alma le sonreía y la reconfortaba. Era feliz. Estaba de pie, frente a la gran puerta de madera, sobre sus hombros reposaron dos pesadas manos que la acariciaban, era él, era ella. Estaba en casa.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Athlone

Las guerras constantes habían acabado con gran parte de la alegría de la aldea, se sentía el temor en los rostros de los niños y ancianos, más el cansancio y la preocupación era el común semblante en los de los hombres en edad de usar una espada contra el enemigo.
Ivor, quien siempre se había considerado ajeno a las manifestaciones de emociones colectivas, no podía ignorar la situación, varios amigos había visto caer bajo la espada mortífera de los perturbadores de la tranquilidad que frecuentaba el lugar en el que había vivido desde que nació.
El odio hacia los extranjeros era común en las personas de la aldea, aun en los mas amables y hospitalarios se percibía una chispa de desconfianza hacia aquel que pidiera posada o pasara por el lugar, si no era un rostro conocido previo a la guerra.
La esperanza era arrebatada de sus manos poco a poco, un pueblo orgulloso de su fuerza y tenacía yace ahora bajo el yugo desconsolador de la desesperación, dudan ya de si buenos tiempos llegaran.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Locas, todas locas...

He encontrado a las estrellas muy caprichosas últimamente, se vanaglorian de su alta posición, ahí, ufanas, flotando indiferentes cual doncellas entre plebe. Con su incandescente encanto atraviesan el infinito ignorando mis súplicas y reproches –ni siquiera tienen la decencia de escuchar mis razones-

¡Estúpidas estrellas!

Les he confiado mis más grandes secretos e incluso ante ellas soñé, ahora, cuando más pueden conocerme y ayudarme, me tratan de indigno, hablan a mis espaldas, se burlan de mí…  …Me cortan la vida con indiferencia. No, ¡No más! ¡No vuelvo a tratar con cosas locas! Sí, ya me oyeron ¡Tontas, estúpidas y locas estrellas! Vayan a hablar mal de otro.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Inocencia

Tan gráciles manos lentamente deslizaban sobre aquellos ojos una seda púrpura enrollada, al terminar, continuaron descendiendo por los viriles pómulos para luego  seguir la curvatura del rostro encontrándose así en el  mentón. De inmediato, aquella boca prisionera del deseo busca la libertad besando tan delicadas manos, mas ella sutilmente las aparta.

Al alejarse puede contemplar como el glorioso cuerpo de su amante lentamente empieza a respirar, cada vez más rápido, más y más rápido rosando la locura, justo ahí, cuando se dispone a levantarse la venda, aquellas manos le detienen cortésmente. Besando la comisura de sus labios le da a entender que todo estará bien. Lentamente toma su cabeza y la hace reposar en la parte alta del sillón, baja ingrávidamente las manos por cada hombro; lenta, tortuosa y excitantemente.

Cerca del  oído destapa una pequeña botella, el sonido despierta en él tanta intriga que sus labios son mordidos inconscientemente; derrama una gota sobre su tierno dedo y luego la esparce sobre su nariz, así, con ella, comienza a recorrer el rostro de lóbulo a lóbulo, al esquivar un ardiente beso solamente puede oír la voz de su amante exclamando ¡Rosas!

Rosas, Ylan Ylan, limón, coco, sándalo…

Su inconsciente pecho desnudo se encontraba a la merced de unas manos ya no tan inocentes, el calor de unas velas sólo era comparado por el calor manado de tan ardiente pareja. Con un impulso interno tomó una de las velas y con júbilo contempló como aquel inmenso cuerpo convulsionaba de placer al sentir una a una las gotas de cera.

¡Tu nombre! ¡Tu nombre! ¡Tu nombre! Exclamaba él entre murmullos, sin saber que su inocente amante había cruzado el portal.  

miércoles, 10 de noviembre de 2010

En Plenitud.

Y han dicho tal vez que el amor enaltece hasta que éste muere, con su deceso han de descender también las incansables alegrías, los eternos  “te amo”, la dicha ciega, los impulsos primales, las tonterías diarias.  Les oí también que las emociones –encerradas, prisioneras, pordioseras de un mañana- carcomen el alma hasta derretir los huesos.

 Me han intentado convencer -Pobres, pobres…-, anhelosos de hundirme en su aceptada desdicha  embarcándome ligero a través del Aqueronte, que luego del amor cenizas pútridas quedan, que sólo sórdidos recuerdos se acunan en la mirada, que lo vivido fue historia corrupta en cándida fe.

Han llegado a mí pavoneándose con su melancólica historia de próceres y traiciones,  atisbando carroñeros en los corazones no intactos, pero si fuertes;  esperando furtivamente un  momento en el cual descargar su desdicha, complacer a sus egos, morir en compañía.

Pobres, pobres…   Nunca amaron en plenitud.

martes, 9 de noviembre de 2010

Asesino Serial

¡Qué curiosa se ve la duda que reposa en tu boca! Juraría que de tus labios mana deseo, pues bien, ¿Por qué no sucumbir ante él? ¿Por qué no entregarse al sentir y permitirle a la humedad reposar con gracia en la comisura de tu carmesí encanto?

No, no puedes ni debes temer, no es lo que te detiene. Ven, acércate, siente como mi corazón se acelera y mi respiración se torna densa, casi inmóvil; ven, sé que puedes amarme, sé que quieres amarme, sé que debes amarme…

Así es…  …Siente que en mis brazos nada faltará, en mis sueños te he visto surgir, eres mi promesa frecuente, mi amor constante, mi todo.

No, ¡no te vayas! No te alejes, no me dejes solo, no así, no con desdén. No te sumerjas en el río, nada, ¡Nada! ¡Nada te digo, nada! No, no… …No te hundas, no te marches, no me dejes solo,  no encontraré a nadie como tú, por más que busque, por más que encuentre, por más que pierda…

sábado, 6 de noviembre de 2010

La misma noche.

La misma noche, un aire indiferente. Todos viven gobernados por el ruido y las luces citadinas, en la terraza de un edificio seis líneas de heroína son consumidas, más abajo, el amor pagado a cuotas ejerce su profesión.

Asesinatos, hurtos, traiciones, dolor, violencia.

La noche es idéntica para todos, el aire toca a cada persona  por igual, bueno, a casi todas. Los amantes, los valerosos amantes se abrazan sin importar aquellas implacables desdichas, para ellos las siniestras noches no existen, sólo el tacto, solamente el sentir.

Sus palabras abrazan, su tacto susurrante brinda calma y paz, los amantes encuentran en sus brazos un refugio contra las malas tormentas, un mundo en el cual la desdicha no existe, en su sentir se aman como  si no existiera otra forma de vida.

La noche es idéntica para todos, el aire toca a cada persona por igual; sin embargo, las cosas mundanas sólo habitan en los humanos, no en los amantes, no en ellos…

jueves, 4 de noviembre de 2010

Deseo.

-Pide un deseo.
-Tu ropa.
-¿Mi ropa? No pensé que me solicitaras algo tan fútil.
-Tu ropa.

Mientras se desvestía, las luces menguaban bañando la habitación con pinceladas de oscuridad. Lentamente se va desvistiendo, uno a uno los botones van desplomándose, la blusa deslizándose por sus hombros, un corpiño soltándose dudosamente, esa  falda discreta que se abre cortésmente.

El aire helado de aquella noche decembrina empezaba a quemar la piel de una jovial y dudosa amante, de repente, dos cálidas manos contrastaron con el gélido ambiente, por su espalda se acercaba él, conspirador nocturno y aventurero furtivo, su pecho desnudo hecho de fuego encontraba reposo en su tierna  espalda.

-Tu ropa, deseo ser tu ropa.

Y su tacto se acertó perenne sin importar la  fría oscuridad o el tiempo imparable.

Hombres-Sueños

Como era habitual  cada final de año, en el carnaval, la gente se reunía en torno a la plaza central para realizar tan antigua y mística mascarada. En el fondo de la calle blanca –tal cual el conocían los lugareños- un grupo de jóvenes danzaban al compás de las tamboras mientras las estrellas les acolitaban sus pasos, así, lentamente, se unían a la gran sinfonía de trajes,  antifaces y cánticos.

La gente se transformó en animales; feroces, sutiles, gráciles, intrépidos, perezosos, desafiantes, intrigantes…  …caballeros  anacrónicos desfilaron cortésmente mientras flirteaban con aquellas damas de perenne sonrisa y encanto descomunal.

El viento sin temor decidió ser participe, con gracia robaba antifaces y se colaba entre las piernas de los hombres-sueños, aquellos que corrían para alcanzar sus ingrávidos accesorios despertaban en la multitud el espíritu del carnaval mismo, ya entrada la noche era fiesta y alegría.

También llegaron los hombres-hombres, distantes viajeros que recorrían en tren sus monótonos caminos y que místicamente quedaron atrapados por la muchedumbre que ahí reía, aquellos seres de gris vestir fueron seducidos por la magia misma; pero, el espíritu del carnaval fue vehemente, caprichoso. Los hombre-hombre fueron los únicos invitados que lograron ser participes del evento sin usar un solo disfraz, desnudos, libres cual hombres-sueños.