lunes, 20 de septiembre de 2010

Dogs of War - Wild Hogs en las ruinas Babilónicas Parte I


Teniente O´Neal, Misión Escafandra, bitácora número dos. La Teniente Church ha sido impactada por un proyectil de alto calibre, columna comprometida. Un Afgano muerto, otro herido y capturado, dos heridos en fuga. La Arqueóloga presenta un comportamiento extraño, probablemente tiene alguna alteración mental. Los refuerzos se demorarán al menos tres horas.
Una bóveda tallada delicadamente en las entrañas mismas de la montaña resguardaba al escuadrón Wild Hogs, ante ellos un gran salón y dos pasillos enfrentados. Cuatro civiles estadounidenses han de regresar y el tiempo apremia.
-Señor, el perímetro está despejado.
-Bien Sargento Donner, guarden posiciones en los pasillos junto a Cruz, Sargento Connors y Soldado Smith, mantengan la posición, es probable que aún hayan Afganos en la zona, consideren que estamos en Clave Roja.
-Señor, me pareció escuchar ruidos, sonaba como un lamento. Solicito permiso para adentrarme e investigar.
-Bien, hemos de actuar con cautela, Sargento Donner escolte al Dragoneante Cruz.
Luego de extenderse unos diez metros el pasillo se bifurcaba, Cruz ágilmente se desplazó en la oscuridad aprovechando la ventaja táctica que le brindaban las Googles y en la intersección notó el sentido del ruido, la derecha era la ruta a seguir; luego de indicarle al Sargento Donner quien le veía usando la linterna de su arma, avanzaron. Un pasillo más surgía hacia la izquierda, tras este un nuevo salón lleno de columnas se abría ante ellos. Cuatro metros de alto, diez de ancho y unos veinticuatro de fondo, las paredes del lugar interferían con las ondas de los comunicadores, eran ellos dos y nadie más.
Un mural al final de la habitación exponía una imagen impactante, un cuerpo levantándose brioso entre cadáveres, Donner quien encontró una libreta de apuntes ojeo rápidamente su contenido.
MUERTOS
SANGRE
CADAVER
SACRIFICIOS
¡MORIREMOS!.
Luego de inspeccionar el lugar, retrocedieron, sin embargo, del techo una creatura se descolgó, con figura humanoide y largos brazos terminados en garras su decrépita estructura aterraba en lo más profundo del subconsciente, una agónica expresión llena de rabia y odio acompañaban esa piel apresadora de huesos. Sin dudar, el Sargento Donner levantó la mira apuntando a la cabeza, dejó que de su arma sin más le impactará una ráfaga corta en la cabeza.
Aquel ser arremetió con fuerza descomunal levantando el fornido cuerpo del Sargento por la habitación hasta hacer que se estrellara contra una columna, mientras tanto, Cruz brindaba apoyo intentando con cruzar fuego con su compañero. La batalla si bien fue rápida, cada accionar era un mortal y eterno movimiento.
Detrás de Cruz, otro extraño y maldito ser se dejó caer mientras atacaba en el aire, el sonido de los proyectiles retumbaban en la acústica de tan arcano templo, luego de vencer a el primer atacante, Donner envuelto en sus instintos logró impactar en la cabeza del monstruo, a la par, Cruz terminó de descargar el proveedor de su arma. Aquella paria al estar tan herida decide abandonar la estancia para ser detenida por una ráfaga de disparos propiciada por el Sargento Connors que brindando apoyo.
El Teniente O´Neal revisó las heridas de sus camaradas mientras sus rostros reflejaban la incertidumbre, al llegar a la Bóveda principal, un fragmento de piedra estalló acompañada de una insana risa, en el fondo la Arqueóloga les esgrimía una mirada llena de locura.
-Señor, solicito permiso para interrogar a la Arqueóloga
-Permiso concedido.
El Sargento Donner levantó el seguro de su arma dispuesto a conocer la verdad…
Continuará…

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