Solamente el sonido de los grillos cortaba la noche, de repente, al pasar la curva, de entre los matorrales se asomó ¡EL TERRIBLE CABALLERO VENGADOR!, llevaba en su mano derecha un hacha y en la izquierda el saco con la cabeza de sus víctimas.
Qué patéticas e hilarantes suenan las historias de terror cuando descubre el árbol sobre la curva, el mismo árbol que asusta a los borrachos del lugar…
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